lunedì 18 agosto 2014
Cuando se extraña al Perú
Mi alma vagante no soporta un segundo más acá, maldigo así en este momento la conquista y la tardía independencia, maldigo a las dictaduras y a los Estados Unidos y al MRTA, maldigo nuestro atraso, nuestra ignorancia, y a los mejores poetas del mundo, maldigo a Mariategui y a Vallejo, y también a Vargas Llosa. Maldigo el sur de Lima y a la Costa Verde, y también a un riachuelo que desemboca en el Amazonas que tiene un nombre bastante común en Aymara, maldigo también al Aymara y al Quechuca y a estos infelices del primer mundo que nos quitaron TODO, maldigo que Argentina se haya quedado con ciertas minas y Colombia y Chile, maldigo esa guerra ridícula con motivaciones expansionísticas, maldigo el analfabetismo y la extrema pobreza, y mi parquesito sin bancas que ha visto muertes y borracheras, y polícias y ladrones, y las escondidas, los besos y alguna vez mi sexo y el de una dama hermosa que ahora ni sé quién será. Maldigo nuestra política corrupta y la extrema pobreza, y a la gente que tiene que vivir con 175 soles al mes, maldigo las carreteras sin carteles y a los mejores mares que he visto en mi vida, maldigo al Imperio, ¿por qué se dejó conquistar?, maldigo ser pobre, ¿por qué mierda tengo que estar aquí?, maldigo a la Cato y también a la San Marcos, una escueta educación primaria y los robos que sufrí, maldigo la porquería en las calles y lo sucio que solemos ser los peruanos, maldigo el hecho de aprender a bailar salsa en una fiestita de luz blanca. Maldita televisión ignorante, maldito Jaime Bayli que les hizo creer que es escritor, maldito cara de Haba que de rock no sabe nada y malditos los idiotas que le dicen Salsa cubana a la sala peruana. Maldita Aura racista y Mangos insulso, y discotecas en el cono Norte carísimas como si uno se cagara en plata, maldita sierra y selva, malditos cuentos folclóricos peruanos e instrumentos musicales de escaso uso, malditos Incas que creyeron en Wiracocha y malditos extranjeros que hicieron de mi país un experimento de juego, y malditos los estúpidos que piensan todavía que hay algo mejor fuera de Ahí.
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