No fue la historia de amor ideal, a esos amores los cuentan los que se lo han inventado y no han gozado de uno de los placeres más interesantes de la vida. Como sea,yo era arrogante, egocentrico y misterioso; no tenía idea de la mitad de las cosas que hace la gente que en realidad se quiere y tuvo que pasar mucho para aprender. Nos adentramos al sexo sin conocernos a nosotros mismos y descubrimos que la única cosa en la que se parecerán por siempre todas las parejas se llama perversidad sexual. Nos pasamos la mitad de una vida fingiendo querer porque queríamos enserio y no sabíamos como expresarlo; nos tomabamos de la mano como si cada uno fuese el trofeo del otro, hecho admisible, no eramos nada feos y en cambio bastante inteligentes. Repetidas veces lloramos juntos y también amamos llorando, y riendo; las bromas bajo las sávanas son siempre más divertidas. A veces comprabamos películas que teníamos que ver dos veces o tres, porque nos perdíamos seguido en nosotros y nos olvidabamos del mundo. Salíamos a comer y a bailar, dios cuánto bailamos y bebimos juntos, las cosas hermosas también pueden venir de la persona más ebria; así nos decíamos que nos amabamos, planeabamos un futuro juntos e intentabamos olvidar nuestro pasado. De esta forma siempre pasa, pero es importante, uno se pasará midiendo de por vida sus futuras relaciones a partir de la primera vez que amó; más o menos de quién te robó el corazón dependió tu destino eternamente. Yo todo esto lo decía, a pesar de que no lo conocía y ahora sí y me sorprendo de haber acertado, no porque tuve la razón, como suele suceder, si no porque realmente creí en al menos un segundo de mi vida que el amor era eterno. ¿Quieren saber qué es sorprendente?, que la persona que yace contigo todas las noches sepa hasta porque los lunes usas esas bragas, y contar los días juntos dibujando en las paredes, y arrepentirse de verdad de haber pensado en alguien más incluso sin decirlo. Y precisamente quién mejor te conoce es quién más poder tiene sobre ti, somos humanos, puerco espines imbéciles que prefieren morir juntos; conforme abres tu alma y te encuentras contigo mismo te das cuenta de que fue demasiado y piensas que quizás jamás volverás a sentir como sientes. Y de todas estas cosas también te enamoras por supuesto, y de sus ojos, grandes pedacitos de luna y noches estrelladas, y de su sonrisa, de todos sus tipos de sonrisa, las que se fingen, las que lloran, las que aman y las que exitan, y entonces te das cuenta de que no estás haciendole el amor a un cuerpo si no a la única persona que has querido más que a tus padres. Cosas como estas indudablemente se tienen que terminar para que podamos aprender que es ahí, en dónde jamás buscamos, en las pequeñas cosas en que reside la felicidad de la que tanto hablamos. Sería una tontería no darse cuenta de que una vez que se probó el amor ya nada pueda causar un conforte definitivo en nuestra persona, así es, ni mil carros lujosos, ni mi libro por fin publicado dará nunca más satisfacción que cuando amas y te sientes amado.
Nos la pasábamos besando, desayuno, almuerzo y cena de labios y lenguas y líbidos y tetas; más que abrazarnos los cuerpos, nos abrazabamos el alma, mientras contabamos en silencio cualquier cotideanidad del día día y al mismo tiempo las cosas que creíamos infinitas. La vida, ya no pretendía hacerse conocer, la vida ya se conocía y juntos crecíamos de corazón y de mente; cuánto peleamos, experimentamos las ironías de la rabia juntos y adoramos un solo dios siempre al final que nos proponía que todo se acabara mientras haya sexo. No me malinterpreten, hablo de la experiencia más cercana al cielo que hayan escuchado, hacer el amor, con sus tres palabras, no le puede hacer justicia al acto en sí porque las divinidades no se pueden escribir; si existe el milagro, puede que se le aproxime mucho. A veces escuchábamos música juntos y nos emborrachabamos, de whisky y de amor, y abrazados bailabamos la pieza más romántica del mundo, no porque lo sea obviamente, si no porque cualquier cosa hubiese sido buena en ese instante; nosotros nos queríamos como nadie y no llego a conocer hasta ahora nadie que haya querido como nos quisimos, y es inutil fingir que esas cosas no se añoran. Así de simple y real se ama, sin princesas ni pervertidos, solo con dos protagonistas que no pueden no estar juntos ni un instante de sus vidas. De pronto, sus metas son las tuyas, la ocasión perfecta lo es todo el tiempo y los paseos pasan de solares a monótonos, y también es por eso que se acaba. La novedad de la vida, del sexo y del amor no es novedad eternamente, y termina aburriendo porque el ser humano es el ser más mesquino que existe, y no nos damos cuenta, qué imbéciles, que todos los cimientos que forjamos con lágrimas y sonrisas están por desplomarse de la forma más banal y rudimentaria que exista. Cuando pasa el tiempo te das cuenta de que la epxlosión pudo ser cualquiera y de que no hay un culpable, si no que las cosas más exquisitas de la existencia están destinadas a no durar. Quien pretenda que hable, que cuente lo que no sucedió porque jamás amó como yo un día amé, sin contar con nadie más en mundos que solo son para dos. Gracias.
https://www.youtube.com/watch?v=twsVXLyLYsY
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