sabato 25 giugno 2016

Carta de presentación

Hola, soy Pedro y cuento historias. Durante la mitad de mi vida más o menos no lo sabía, era casi reprochable el hecho de querer tener algún talento y no saber cual sea este, sin embargo, por mero instinto de supervivencia, o llámenlo como mejor les plazca, descubrí que tengo una prolífica imaginación. Mis hijos, que son también yo, y a los cuales les debo más de una ficción, reemplazan a mi carencia de afecto y a mi irremediable forma de ser tan cohibida, colocan un poco de neblina en mis ojos y me hacen creer que todo se puede. A mí me gusta soñar y beber y escribir, pero sobretodo soñar, por esta razón y nada más, es que yo leo, para soñar, y la simpleza de mi pasión es tal que no necesito oros ni diamantes para llenarme de simpatía y de locura y para enamorarme de lo que hago como de la mujer más hermosa que me ha visto querer. Así, he concluído mis mejores historias y también las peores, de la misma forma en la que he amado la vida, de la misma forma en la que la he odiado; he parido de más y la cosa no es tan desconcertante como muchos piensan. La verdad es que no soy nada más de lo que quiero ser, solamente me falta una llave, esa que se me ha perdido y no tengo ni idea de dónde encontrarla, podría estar en mis narices y denuevo, también por esto leo, y escribo, y bebo y a veces me siento volar. Por todo esto es que me he dado cuenta de que las "pequeñas cosas" son en realidad las más grandes y que al ser humano le puede faltar todo, menos el pensamiento, y gracias.

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